Sin ganas de luchar con Lakshamana, Indrajit tomó refugio en un nuevo truco mágico – él creó una Sita artificial o ilusoria y la llevó sentada en su carroza. Después la levantó por los cielos y dijo:
“Ravana ha abandonado a Sita quien ha traído humillación a los raksasas y al rey de Lanka, por consiguiente la cortaré en piezas.”
Después de decir esto con su espada la cortó en dos. La Sita ficticia gritó
“ ¡Oh mi señor! ¡Oh mi hermano!”
Y su sangre cayó sobre el campo de batalla. Pronto Indrajit desapareció. Aun Ramacandra y los demás estaban asombrados de lo que habían visto. Sin embargo, Vibhisana les explicó que todo eso era magia de los raksasas. La fuerte lucha continuó y Laksmana mató a Indrajit, ahora todos los Raksasas principales eran asesinados. Por último Ravana mismo entró en el campo de batalla. Su primer encuentro fue con Laksmana, sin embargo, más adelante la batalla se volvió solo una lucha entre Ramacandra y Ravana.
Ramacandra rompió el arco de Ravana pero no quería luchar con el líder de los raksasas, quien no tenía ningún arma. Así el próximo día Ravana llevó a Lanka a Patala Ravana y a Kumbhakarna. Ambos entraron al campo de Ramacandra en la noche, pero Patala Ravana realizó que no podía lograr nada allí y regresó a Patala junto con Kumbhakarna.