Trijata fue designada como la encargada de vestir a Sita con nuevas ropas. Saci devi se presentó ante Sita con un ornamento para decorar su cabeza, Rambha con un bello cinturón, Anusila la esposa de Hati con una decoración para su cabeza. Cuando Sita se atavió con todos estos bellos ornamentos, semejaba a Laksmi Devi en grandeza y encanto. Ellos llevaron a Ramacandra donde Sita, montado en un palanquín. Ramacandra se sintió impresionado con el vestido y opulencia de Sita, e inmediatamente una sospecha subió a su mente y se volvió silencioso. Después le ordenó a Laksmana que cumpliera cualquier cosa que Sita quisiera.
Apenas Sita escuchó las palabras de Rama, le pidió a Laksmana que prepara una pira funeraria, alegando que la mujer que es sospechada por su esposo no debe vivir. Así Sita quería terminar con su vida en la presencia de Rama. Laksmana miró a Rama fuertemente, sin embargo, su rostro no cambió. Significaba que Él aprobaba el pedido de Sita a través de su silencio. Todos los presentes observaban con sus respiraciones agitadas.