Raksasas como Subhaju, entre otros, estaban en la cola para destruir el Yagya que Vishvamitra había iniciado después de matar a Taraka. Sin embargo, Rama mató a Subhaju, pero Maricha huyó despavorido escondiéndose en el mar. De la misma manera, Rama asustó a los otros raksasas quienes escaparon.
Vishvamitra cuando escuchó acerca de Svayambhara, el hijo del rey Janaka, partió hacia su palacio junto con Rama y Lakshmana. En el sendero él les relató muchas historias de los Puranas y otras escrituras. Ellos se bañaron en el sagrado río Ganga y poco después llegaron al ashrama del muni Gautama.
El gran muni Gautama, anteriormente vivía junto a su religiosa esposa Ahalya y su hijo Sakananda. Indra, quien había perdido su cabeza por la exquisita belleza de Ahalya, se presentó en la casa del muni a media noche en la forma de un gallo. Al escuchar el cantar del gallo el muni Gautama pensó que había amanecido y se dirigió al río para darse un baño. Aprovechándose de la situación, Indra asumió la forma del muni y durmió con Ahalya. Cuando Gautama comprendió la decepción que había sido jugada sobre él, maldijo a su esposa a asumir la forma de una piedra. Ella regresaría a su forma, durante Treta Yuga cuando el Señor Rama tocara una roca con su pie. Entonces cuando Rama tocó la roca con su pie de loto, Ahalya regresó a su verdadera forma. Inmediatamente Gautama y Sakananda también aparecieron en el escenario. Ahalya ascendió al cielo en una forma esplendorosa como una Devi.