41. Nacimiento de Sita

Hace mucho tiempo había un rey llamado Janaka. Él era el rey de la Dinastía Videha y gobernaba el reino de Mithila. Él cuidaba con mucho amor y afecto a su pueblo.

 

La única causa de depresión del Rey Janaka era el hecho de que él no tenía hijos, y constantemente oraba a Dios por un hijo.

 

Un día, mientras él estaba arando un pedazo de tierra para realizar un Yagna – un sacrificio espiritual – él   desenterró,   para su más grande alegría, una canasta de oro en la cual encontró una hermosa niña.

 

La tierra arada por el buey se llamaba Sita, y entonces él le dio el nombre de Sita.

 

Con la llegada del bebé, la suerte del rey se incrementó.

 

Su reina también dio a luz a una hija, quien recibió el nombre de Urmila.

 

La pareja real crió a sus hijas con mucho afecto. Ellos le dieron una  buena educación. Las dos hermosas muchachas por sus nobles cualidades, buen comportamiento e inteligencia, eran queridas por todos y crecieron para ser princesas ideales.

 

Un día, el sabio Parasurama vino a visitar el rey Janaka. Él  cargaba su arco, y al entrar en el palacio, él lo dejó en la entrada de la casa real.

 

Sita vio el arco, lo agarró  y empezó a jugar con él.

 

PARASURAMA: “Rey Janaka, ¡mire su hija! Una persona ordinaria no puede erguir este arco. Sólo una persona con mucha fuerza física puede erguir y manejar el arco Vaisnava.  Yo no sé cómo ella fue capaz de levantarlo.”

 

REY JANAKA: “Es realmente asombroso, Guruji. Eso es la prueba de que de hecho Sita nos ha sido enviada por los dioses.”

 

PARASURAMA: “Janaka, solamente una gran persona noble y fuerte puede casarse con esta joven. Cuando ella crezca, le arreglas una ceremonia y permita a la persona más adecuada a casarse con ella.”

 

REY JANAKA: “Guru, cuando encontramos a Sita en la canasta de oro, también encontramos un arco muy, muy pesado. Era tan pesado que tuvimos que usar caballos para arrastrarlo hacia el hall. “

 

PARASURAMA: “Entonces, esta es una prueba de fuerza. Ofrezca la mano de Sita  en matrimonio a aquel que pueda romper este arco.”

 

REY JANAKA: “Gracias por su consejo, Guru. Yo voy hacer lo que  Usted me diga.” 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *